Locura en Klagenfurt, Austria, para ver el amistoso que enfrentará en el Wörthersee Stadion a Real Madrid y Milan el próximo sábado a las 18:30 horas. Una de las sedes de la Eurocopa de 2008 colgará el cartel de no hay billetes para presenciar el segundo y último test de los de Carlo Ancelotti. Las 30.000 localidades que se pusieron a la venta, con precios que oscilaban ente 29 y 39 euros, se agotaron en apenas 27 horas. Además, las autoridades locales calculan que la mitad de las entradas han sido adquiridas por extranjeros.
«Nunca he visto algo así. Klagenfurt tiene mucha suerte de acoger un partido como este. Los aficionados están ansiosos por ver fútbol del máximo nivel tras las restricciones», afirmó Christian Kresse, director de la oficina de promoción turística del estado de Carintia, al diario Kronen Zeitung. Los reclamos de Alaba, que podría debutar como jugador del Real Madrid, e Ibrahimovic han provocado que las entradas estén muy demandas.
La avalancha de aficionados es tal que se ha preparado un dispositivo especial. Las puertas del estadio se abrirán a las 16:00, dos horas y media antes del pitido inicial, y desde las 14:30 se podrán pasar las verificaciones para comprobar que se cumple con la normativa sanitaria. Para entrar dentro del recinto se exige a todos los espectadores que estén vacunados con la pauta completa contra el coronavirus, que demuestren que han superado la enfermedad o un test PCR o antígenos negativo. También habrá la posibilidad de someterse a la prueba de antígenos en el propio estadio.